Chistes Crueles

Unos Cuantos Chistes Crueles y Humor Negro


Una familia desempleada desde que empezó el “periodo de recesión” y ya no les quedaba nada de comer. Una noche de frío invierno, estaban todos alrededor del fuego, esperando que saltara una chispa para meterse algo caliente en la boca. El padre, espatarrado para calentarse bien, no se percató de que por un agujero que tenía en la entrepierna del pantalón le asomaba algo; el niño pequeño pregunta:
- ¿Papá, que es eso?
El padre se da cuenta y responde:
- Eso son los cojones niño.
La madre muy asustada le dice:
- Vaya manera de hablar que tienes al pobre niño, podrías ser más educado.
El padre:
- ¿Qué quieres, que le diga que son los huevos, y con el hambre que tiene se los coma?

Varias personas se detienen frente a un edificio de apartamentos atraídos por los gritos que vienen del balcón del séptimo piso. Se observa que un hombre trata de tirar para abajo a una anciana. La vieja se agarra con las últimas fuerzas de la baranda y grita. La gente empieza a protestar:
- ¡Suelta a la pobre mujer! ¡Asesino!
El hombre del balcón vocea:
- ¡Es mi suegra!
Un minuto de silencio. Luego un hombre de la multitud comenta:
- ¡Miren cómo se agarra esa desgraciada…


- Papá, papá, la abuela se tambalea.
- ¡Entonces, dispárale otra vez!


‘Verá doctor, tengo un problema. Cuando hago el amor con mi mujer, me da la impresión de que no siente nada. Algunas veces incluso se duerme’.
- ‘Eso tiene una explicación científica. Algunas mujeres en estado de excitación se acaloran tanto que les es imposible sentir nada. Trate de hacer el amor y abanicarla al mismo tiempo’.
- ‘Gracias doctor’.
Y esa noche así lo hizo. Pero cuando atendía al abanico no atendía a lo otro. Así que contrató a un negro para que abanicase a su señora.
- ‘Venga, negro, abanica. ¿Sientes ahora Maruja?’.
- ‘No, nada’.
- ‘¡Más fuerte negro! ¿Y ahora, Maruja?’
- ‘Nada, nada’.
- ‘Negro, trae el abanico y ponte tú’.
El negro se sitúa encima de Maruja y el marido abanicaba.
- ‘¿Y ahora Maruja? ¿Sientes?’
- ‘Siiiiiiií, siiiiiiiiiií, ahora siiiiiiií!’
- ‘¡Ves negro de mierda! ¡No sabes ni abanicar!’


Dos delincuentes violan a unas monjas. Una de ellas comenta:
- Perdónalos Señor, porque no saben lo que hacen.
La otra contesta:
- Será el tuyo, porque el mío es un experto.


Llega la maestra emocionada y alegre al salón de clases y les dice a sus alumnos:
- A ver niños, vamos a ensayar el himno de la escuela. – Y dice – 1… 2… 3… ¿Dónde está papá?
- NO SE… NO SE…
- ¿Dónde está mamá?
- NO SE… NO SE…
- ¡Viva el Orfanato San José!

1 comentario:

la MaLquEridA dijo...

Jeje vaya que son chistes crueles pero buenos.

Saludos.